Aerie... tal y como es...

El peligro ya había pasado, la aldea había quedado atrás y con ella el peligro de muerte que amenazaba a Aerie, por eso ya iba descubierta y un enano se estaba deleitando con su belleza, tenía la mirada clavada en el horizonte como intentando ver algo más en las las incontables dunas que se extendían en el interminable desierto, la mirada era de elfa, sus ojos almendrados, de un intenso color fucsia parecían ver más allá, y reflejaban aquella inocencia perdida hace tantos años, por el dolor y las inclemencias de la calle que habían terminado por corromper un tan joven corazón; se le veía distraía y triste ¿Por qué? No se sabía, a un simple enano le queda practicamente imposible leer lo que dice una mirada elfica; tal vez era una de las pocas facultades elficas que aun conservaba junto a la agilidad y el sigilo, en cuanto a su alma y a su espíritu eran practicamente humanos, ya albergaba en si muy poco de la sabiduría de su madre, la calle la había obligado a alejarse del arte y el pensamiento, ahora solo sabía robar y vivir por ahí, sin un hogar fijo... Pero, tal vez las cosas llegarían a cambiar... Su vestimenta reflejaba su carácter fuerte y determinado, tenía una delicada armadura de cuero que le permitía moverse con facilidad, en su espalda, practicamente sentada sobre ella, llevaba una espada larga que solo usaría en casos extremos, para defenderse prefería su daga con la que había jugueteado todo el camino, y que además de ser muy útil cuando se trataba de apuñalar a un enemigo o a una simple víctima que causaba problemas, también era una excelente herramienta para sobrevivir... Por poco había olvidado como la había conseguido, la había robado, a un pobre mediano perdido... Fue uno de esos robos que dan risa, robar medianos no siempre es fácil, pero casi siempre es cómico, estas pequeñas criaturas tienen la facultad de que siempre te hacen reír; aquel día Aerie iba caminando por la calle, con algo de hambre, lo úlimos días no habían sido muy buenos, la comida y la posada escaseaban, llevaba varios días comiendo pan mohoso y durmiendo en la calle, ese día todo había amanecido oscuro y la gente se había guardado en sus casas, seguramente no habría nada para robar ese día tampoco, ella iba distraída, sumergida en sus propios pensamientos, cuando chocó con la pequeña criatura, que a duras penas e llegaba a la cintura, el pobre mediano, vestía trajes de viajero, y en su cara e le notaba la angustia de no saber donde estaba; era una víctima perfecta para un día tan malo como aquel, así que utilizaría una vieja técnica, la de hacerse pasar por una buena persona que pretende ayudar y luego con disimulo cobrar la recompensa por la colaboración; de verdad entre las muchas criaturas amigables que conozco, los ganadores son los medianos, y esto le facilitó a la pequeña semielfa comer ese día, el pequeño mediano agradecido por la bondad de Aerie, y ante todo embelesado con su belleza, no se dio cuenta de que mientras el estaba concentrado en el pequeño plano que la semielfa le había regalado para que se ubicara, ella con sigilo había robado su daga y las ultimas provisiones de comida que le quedaban, para cuando se dio cuenta de la ausencia, Aerie había desaparecido por un callejón, y el pobre mediano quedó abandonado, perdido, y robado, en medio de una ciudad en la que seguramente no sería bienvenido. El ambiente en la careta había cambiado totalmente mientras Aerie recordaba los orígenes de su daga, cuando salió de su ensimismamiento, un hombre de larga cabellera blanca, se había parado en la mitad y hablaba en un lenguaje extraño mientras con una mano sostenía una espada y con la otra hacía unos movimientos extraños, "este hombre está loco" decían casi todos, pero unos pocos sabían lo que estaba a punto de suceder... Un portal sería abierto allí mismo, en medio del desierto...

Aerie... sólo el principio

Pocas personas en realidad llegarán a comprender en realidad quien es Aerie, tal vez sólo lo hagan aquellos que conocen de ella... A las demás personas, les pido que dejen volar un poco su imaginación y la conozcan, o que simplemente dejen de leer esto, no pierdan su tiempo, si han asesinado su espíritu de niños que les permite soñar. Aerie, es un simple eslabón de una loca historia... Es una pequeña semielfa, (si, un semielfo es una mezcla entre un hombre y un elfo), esta pequeña criatura tuvo una vida sin mucho que contar, hasta el día que comenzó a existir para el mundo, hasta el día que entre sueños la conocí. La primera vez que la ví, estaba de espaldas, y hablaba en voz baja con el dueño de una pequeña tienda de baratijas, en el centro de una ciudad cuyo nombre he olvidado, sus rizos de color púrpura caían desordenadamente sobre su espalda, unos pequeños espacios dejaban ver su delgada armadura que es tan solo un pequeño reflejo de lo que en realidad es su carácter, en el cinto llevaba una espada larga y una pequeña daga; y además llevaba colgado un pequeño bolso en el que buscaba algo desesperadamente; la angustia se le notaba por encima, necesitaba huir, en ese mismo momento me dí cuenta de que ese era el personaje que estaba buscando, por fin lo había encontrado, era ella y nadie más... Desde ese día ella es mi reflejo en aquel mundo de fantasía... Como ya les había dicho, ese día comenzó su vida; inmediatamente despertó se dio cuenta de que debía huir, aquel lugar ya no era seguro para ella; hasta el momento había vivido de robar y nunca había tenido problemas que trascendieran en cosas graves, pero el día anterior todo había salido mal cuando intentaba robar a uno de los jefes de la banda de ladrones a la que pertenecía, y como bien dicen por ahí "ladrón que roba a ladrón, muere" ella había intentado hacer todo de la mejor manera, pero no pudo, el la descubrió y le dio poco tiempo de vida, o ella huía o seguramente una muerte dolorosa la esperaba, por eso, estaba en aquella tienda donde la encontré, allí estaba hablando con una de las pocas personas en las que confiaba en ese pueblo, y quien la ayudaría a salir, y fue así como en medio de una carreta llena de paja con otros cuantos fugitivos, ella dejó atrás lo que hasta ese día fue su vida. Desde que se montó a la carreta decidió olvidar lo sucedido y a todo aquel que le preguntaba que estaba haciendo ella le contestaba "Huí de mi casa, para descubrir mundos nuevos"esa frase se la enseñé yo... El proyecto era huir por el desierto hasta algún poblado en donde comenzaria una vida totalmente nueva... pero, las cosas no salieron como ella esperaba, algo se tropezó en su camino... Pero, eso se los contaré después... Ya conocen a Aerie... con el paso del tiempo se irán dando cuenta de en realidad como es ella, y que va a ser de su vida... Espero que sean capaces de abrirle el corazón a este personaje, así como lo hice yo... Aerie, no nació sola así como así, debo agradecer especialmente a mi amigo Rojo, que me ayudó a crearla y a cambiar su vida, y a todos aquellos que tuvieron que ver en esta aventura, mil gracias, por abrirme las puertas a este mundo nuevo, que se ha convertido en una excelente fuente de inspiración, los quiero a todos.

Por estos día el maestro de la literatura Gabriel García Márquez está de cumpleaños multiple, cumplió 80 años de vida, 40 de haber publicado 100 años de soledad y 25 de haber recibido el Premio Nobel de Literatura. De sus escritos he leido varios, unos me han gustado, otros no, y algunos, me han gustado demasiado; aunque debo aceptar que "100 años de soledad" No me gustó ni poquito, de haber sido yo quien otorgara el Nobel, se lo hubiera dado por "El amor en los tiempos del cólera" Pero, bueno yo no soy nadie para decir que obra es digna de tan alto reconocimiento. Por este mótivo y por no hacer caso omiso a las multiples celebraciones; quiero compartir con la poca gente que lee este blog, algunos apartes de sus obras.

• "Se fue sin despedirse, sin nada que agradecer, pensando en que lo ñunico que necesitaba con urgenica era encontrar a alguien a quien romperle la mandre a cadenazos pra desquitarse de su desgracia. Cuando salió del hospital, ni siquiera se dio cuenta de que estaba cayendo una nieve sin ratros de sangre, cuyos copos tiernos y nítidos parecían plumitas de palomas, y que en las calles de París había un aire de fiesta, porque era la primera nevada grande en diez años" -Sacado del cuento "El rastro de tu sangre en la nieve"
• "Hice una cena solitaria, diciéndome en silencio todo lo que le hubiera dicho a ella si hubiera estado despierta. Su sueño era tan estrable, que en cierto momento tuve la inquietud de que las pastillas que se había tomado no fueran para dormir sino para morir" -Sacado del cuento "El avión de la bella durmiente"
• "Examinó el aposento con la clarividencia de sus vísperas, y por primera vez vio la eternidad: la última cama presatada, el tocador de lástima cuyo turbio espejo de paciencia no lo volvería a repetir, el aguamanil de porcelana descarchada con el agua y la toalla y el jabón para otras manos, la prisa sin corazón del reloj octogonal desbocado hacia la cita ineluctable del 17 de diciembre a la una y siete minutos de su tarde final. Entonces cruzó los brazos contra el pecho y empezó a oír las voces radiantes de los esclavos cantado la salve de las seis en los trapiches, y vio por la ventana el diamante de Venus en el cielo que se iba para siempre, las nieves eternas, la enredadera nueva cuyas campánulas amarillas no vería florecer el sábado siguiente en la casa cerrada por el duelo, los últimos fulgores de la vida que nunca más, por los siglos de los siglos, volvería a repetirse." -Sacado del libro "El general en su laberinto"

Estos son algunos apartes de las obras que más he disfrutado del maestro Garcia Márquez, no son las obras más lidas y reconocidas, pero, es un pequeño ejemplo de las cosas que el puede hacer con las palabras, no digo que el sea el perfecto escritor, comete muchos errores, tal vez a próposito, pero cuando quiere transmitir algo lo logra, por eso se convierte en un muy buen periodista.

María Elisa Rojas

Abril 13 de 2007